jueves, 14 de febrero de 2013

La cura de la cirrosis y artritis es posible


Luz Martha Miranda Franco calza 35, pero debido a la inflamación de sus pies por la artritis tenía que comprar zapatos de talla 39. A parte de ello sufría de  tabaquismo y otras enfermedades. Esta situación la tenía deprimida al punto de descuidarse en su trabajo lo que afectó su economía. Eso la llevó a tener una deuda muy grande con el Banco de Crédito, por  más de trescientos mil soles.
Martha afrontaba otro proceso de su departamento, porque lo había alquilado por mucho tiempo y las personas que estaban viviendo ahí querían quedárselo por el tiempo que lo habían habitado. 
Por otro lado, los problemas que afrontaba con el papá de su hijo, llevó a su hijo Guillermo Miranda Franco a deprimirse tanto que dejó de estudiar por un lapso de un año, asimismo convertirse en un joven enfermizo.  
Con una vida destrozada, Martha conoció el Cenáculo del Espíritu Santo donde aprendió a hacerse fuerte para luchar contra todos los obstáculos de la vida. “La primera vez que quise participar llegué hasta la puerta y era como si algo no me dejara entrar, pero justamente había un hombre de Dios quien me invitó a pasar y participar de la reunión. Tras escuchar las palabras del Pastor quedé convencida que con la ayuda de Dios conseguiría solucionar todos mis problemas, para ello empecé a hacer las cadenas y a usar mi fe”, mencionó. 
A Martha también la invitaron a participar a la reunión de los Casos Imposibles, los sábados a las 7:00pm. “Hoy, gracias a Dios, estoy completamente curada de la cirrosis y de la artritis. Comencé a calzar 35 y mis dedos volvieron a su normalidad. Gané el juicio de alimentos a mi ex esposo y también por la tenencia del departamento, donde ahora vivo con mi hijo. También logre pagar toda la deuda que tenía con el banco”, dijo.

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