jueves, 14 de junio de 2012

BULLYING: La agresión hecha juego


Una reciente encuesta realizada a jóvenes de diferentes partes del país por el Centro de Investigación para la Prevención del Abuso de Drogas (CEDRO), reveló que el 72% de todos ellos percibe que hay relación entre el ‘Bullying’ y el consumo de estupefacientes.

¿Cuándo el hacer daño se convirtió en una diversión? Desde hace mucho tiempo se sabía que las bofetadas, patadas y otras molestias hechas a las personas más débiles eran algo muy común en las escuelas e institutos de muchos países. Era tan común estas cosas que varias televisoras montaron más de una vez un sketch cómico donde se vía a  un grupo de jóvenes molestar al que ellos consideraban “el lorna” del grupo. 
Esta aparente diversión juvenil a la que se conoce como Bullying, y que consiste en el constante y reiterado acoso hacia una persona solo por ser diferente por la mayoría, ha traído como consecuencia que muchos jóvenes se suiciden.
En el Perú, el caso de Margarita Vásquez, una niña que se suicidó por la hostilidad de sus compañeros de clase a quien llamaban ‘alpaquita’, por ser de Huancayo, encendió las alarmas a las autoridades ante el creciente número de Bullying en nuestro país. 
En EE UU mucho antes del caso de Margarita, un niño de 14 años llamado Jamey Rodemeyer, conmovió a su país luego de haberse exhibido en la televisión un mensaje en video donde contó con lujos de detalles los abusos del que era objeto por parte de sus compañeros solo por el hecho de ser homosexual, lo que motivó que se quitara la vida.
¿Pero qué lleva a los jóvenes a maltratar a un compañero solo por ser diferente?
Un reciente estudio realizado por CEDRO a una muestra de 421 jóvenes entre 10 y 19 años de ambos sexos, de Lima, Callao y otras regiones del país, reveló que el 72% de los encuestados perciben que hay una relación entre Bullying y el consumo de drogas. También que los maltratos se llevan a cabo en las escuelas, donde el profesor sería la última persona a la que la víctima acudiría para pedir ayuda. 
Otro dato que reveló el estudio es que se ha adoptado como ‘cultura’ el menosprecio por la raza u origen, la violencia y la hostilidad como formas de expresión, por lo que la realidad se ve invadida de un clima agresivo; y son los niños quienes captan toda esa atmósfera. 
Un dato que realmente preocupó a los profesionales de CEDRO, es que el 37% de los jóvenes que tuvieron conocimiento de un caso de Bullying no informaron a sus profesores o personas mayores de estos abusos porque ven a este problema como algo que no les atañe. En cambio el 18% dijo que no lo contaban por miedo a las represalias o porque se les tilde de soplones.
Para Rosa María Ugarte, psicóloga de CEDRO, el alto número de casos de Bullying en el país, debe llevar al gobierno a tener una mayor intervención para frenar estas cosas, y así no se quede solamente con la dación de un decreto como el que acaba de aprobar donde se promueve la convivencia sin violencia en las instituciones educativas.
Dicho Decreto Supremo en referencia es el 010-2012 que aprueba el Reglamento de la Ley N° 2979, en donde se promueve la convivencia sin violencia o también conocida como ‘Anti Bullying’ que sanciona, corrige y evita el hostigamiento y la violencia o cualquier acto considerado acoso entre los alumnos. Además de promover la capacitación a los docentes para hacer frente a estos casos cuando se presenten.
Para la profesional de CEDRO, es necesario monitorear este decreto así como promover el destierro de la violencia como parte de nuestra ‘cultura’. “Para lograr este objetivo, es necesario que los medios de comunicación ayuden. Es hora, que la televisión no trasmita programas donde el que ‘grita más, es el que necesariamente tiene más fuerza’, sostiene. 
“Al margen del trabajo que se haga con los medios de comunicación, es necesario también capacitar a los profesores para que sepan detectar y manejar los casos de Bullying cuando estos se presenten”, dice Ugarte.
Sea cual fuera las medidas a tomar, debemos considerar que los abusos son provocados por alumnos que, siendo niños, han tenido una formación y educación con deficiencias, que han ocasionado estas actitudes violentas que se manifiestan cuando se entra en contacto con un grupo ajeno al familiar. Si queremos tener jóvenes sin miedos, hagamos  que la indiferencia de algunos padres y de las autoridades que hasta hace poco veían al Bullying como algo normal, cambien. 

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