jueves, 28 de junio de 2012

Luchando por la tierra


La VI Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible que se realizó en Rio, no cubrió las expectativas de muchos analistas. Si bien la cumbre buscó incentivar e insistir en el cuidado del ecosistema, este principio solo encontró eco nuevamente en los países tercermundistas más no en las llamadas naciones del primer mundo. 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) organizó la celebración de la VI Cumbre Mundial sobre el cuidado del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible que se llevó a cabo la semana pasada en uno de los países con gran cantidad de flora y fauna silvestre del mundo: Brasil.
Río+20 surgió como una continuación de lo que fue en 1992 Eco-92. En dicha ceremonia se puso sobre la mesa el tema del Desarrollo Sostenible y la importancia que ésta tiene en nuestro mundo globalizado actual. 
La Conferencia, este año, se llevó a cabo en Río de Janeiro los días 20, 21 y 22 de junio. En dicho evento se aprobaron acuerdos cuyo mensaje es la transición hacia una economía verde, que incluya la ayuda a los pobres y el compromiso primordial con el medio ambiente. 
“El futuro que queremos” es un acuerdo de 53 páginas. Dicho tratado define las grandes prioridades del planeta, además de los recursos que están siendo seriamente amenazados y dañados por la falta de interés que muestra la humanidad ante tan nefastos sucesos.
Además de los problemas con el medio ambiente,  el tratado menciona la posibilidad de terminar con el hambre, ayudando de esta forma a cerca de mil millones de personas que viven debajo de la línea de pobreza. 
Un total de 86 jefes de estado se hicieron presentes en dicha convocatoria, realizando así la Cumbre más grande de la historia de la ONU. Además, cabe señalar que es la cuarta que habla del Desarrollo Sostenible desde 1972. 
La Cumbre finalizó el viernes y dejó cierto grado de insatisfacción debido a los resultados. Las discrepancias y dificultades entre países dispares llevaron a ciertas organizaciones no gubernamentales a decir que la Conferencia dejó resultados muy por debajo de los deseados. 
“El texto acordado simplemente no tiene la fuerza para hacerle frente a los desafíos ambientales y de desarrollo de nuestro tiempo. Esta fue una oportunidad perdida para retomar el diálogo global y conducir una mayor acción en torno a la sustentabilidad”, indicó Manish Bapna, presidente de la Comisión Ambientalista World Resource Institute, según informa terra.com. 
Sobre esto, se cuestionó el poco compromiso que mostraron los países ricos en el momento apoyar el financiamiento de las propuestas planteadas, aunque esta falta de iniciativa podría justificarse debido a la crisis económica global, que golpea, principalmente, a las primeras potencias del primer mundo.  Por el contrario, fueron los países pobres quienes sí se mostraron pujantes y prometieron apoyar financieramente los proyectos más ambiciosos con respecto a la lucha por el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible.
La Cumbre no solo dejó insatisfecho a muchos, sino que también-curiosamente-un cerro de basura. Según medios brasileños, tras la conferencia la Prefectura (Alcaldía) de Río tuvo que retirar 60 toneladas de basura. Dicho legado deja mucho qué desear, a pesar que la ONU y las ONG que se hicieron presentes se esforzaron por reducir al mínimo el impacto de basura que sabían iba a tener un acontecimiento como este.
Recordemos que han transcurrido diez años desde la última cumbre que se realizó en Johannesburgo, el 2002; y veinte años desde la Cumbre de la Tierra, celebrada en1992. Además de haber pasado cuarenta años desde la Conferencia en Estocolmo, en 1972. 
“Vivimos el Fenómeno del Niño”
Elízabeth Silvestre es científica y Asesora Sénior de la ONG CARE. Dicha organización tiene como finalidad mejorar la calidad de vida de la población más desprotegida. La Dra. Silvestre, en una entrevista con “El Universal”, nos mostró la importancia de tener una cultura de limpieza, cuidado y protección a nuestro medio ambiente.
“Cuando hablamos del medio ambiente tenemos que centrarnos en dos cosas: El tema de tirar la basura en la calle y la cultura que tienen las personas sobre estos hechos. Porque si tomamos este asunto, el de arrojar basura por ejemplo, y comenzamos a analizar el tiempo de degradación de dichos desperdicios, comprenderemos que es de muchos años. Entonces, si alguien bota un papel en la calle, estaremos ante un deshecho que tardará en degradarse bastante tiempo, acumulando polvo. El plástico es peor, porque dura cientos de años en desintegrarse. En el caso del vidrio se puede degradar fácilmente porque hay procesos químicos, pero si lo jerarquizamos, estaríamos hablando en primer lugar del plástico, seguido por el papel y, por último, el vidrio. Es una información que deberíamos tener a la mano y que las escuelas deberían enseñar,” afirma la científica.
Sobre los cambios climatológicos producidos por el Fenómeno del Niño, la Dra. Elizabeth señala que de acuerdo con el ENFEN (Estudio Nacional del Fenómeno del Niño), estamos teniendo un Niño de tipo débil a moderado. “Ya se ha observado  un incremento de la temperatura superficial del mar en, aproximadamente, tres grados. Este hecho está originando que tengamos sol en algunos días, sin que ello signifique que no tengamos días de frio, porque estamos en la estación de invierno”, afirma la asesora de CARE. 
El cambio climatológico que se viene observando en la costa con más días de sol ya está afectando a la agricultura. De acuerdo con fuentes del MINAG, el mango, la alcachofa, y la gran variedad de frutas y verduras ya vienen experimentando una menor producción en la cosecha. 
Con respecto al Desarrollo Sostenible, Silvestre señala que ya se ha venido hablando de este tema desde hace años en el Perú, pero que lamentablemente hasta la fecha no se conoce de ningún proyecto a largo plazo que involucre hacer investigaciones. Sin embargo, afirma, ya las empresas están buscando la forma de entablar el Desarrollo Sostenible en el momento que realizan su producción
Cabe señalar que el Desarrollo Sostenible afecta tres áreas: El económico, el social y el ambiental.
 “Las recomendaciones que les daría a los lectores es que como parte de su educación y cultura tengan en cuenta que el planeta se mantiene limpio de acuerdo a su intervención directa. Y, con respecto a los cambios climáticos, lo que debe hacer el ciudadano común es entender que estamos en una etapa de variaciones climáticas y que esto no debe causar sorpresas en nosotros”, sostiene la investigadora de CARE. 

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