jueves, 21 de junio de 2012

Conducir borracho es criminal


“La posición de “Luz Ámbar” es sumamente clara. Hace 4 años venimos insistiendo que en nuestro país se implante la “Tolerancia Cero” a los conductores, obligándolos a tener 0.0 gramos de alcohol en la sangre cuando manejen. La alta tasa de accidentes de tránsito motivados por choferes ebrios, así lo amerita. En nuestro código penal, actualmente, la pena para los conductores en estado de ebriedad es de un año mínimo de pena privativa de la libertad y máximo de tres para los conductores públicos cuando superan el 0.25 gramos de alcohol en la sangre, y para los conductores privados es seis meses como mínimo y dos años como máximo, con una tolerancia de 0.5 gramos de alcohol en la sangre. La Policía ha indicado que  han interceptado a  2700 personas ebrias en el 2011 que han participado en algún accidente de tránsito, de las cuales, ninguna de ellas está en la cárcel, ya sea porque se acogen bajo el principio de impunidad o porque los procesos son demasiado largos. A veces se les concede penas suspendidas de la libertad, es decir, eres culpable pero no te encerramos, si no que te quedas en tu casa. Ese tipo de sanciones en nuestro país es dañino y perjudicial. La gente hace lo que quiere porque no hay sanciones reales”, señala el director.
Ante estos detalles, Quispe Candia se mostró indignado y solicitó que las sanciones sean más severas. “Por eso para nosotros es importante que el código penal sea modificado y baje al 0.0 de gramos de alcohol en la sangre. No estamos de acuerdo con las sanciones que impone este proyecto de ley, que indica que para  los transportistas públicos la sanción sea de 2 a 5 años de pena privativa de la libertad, y para los transportistas privados de 1 a 4 años. Eso no se va a cumplir nunca.  Es decir, si un conductor tiene 0.3 gramos de alcohol en la sangre ¿se les va a encerrar dos años? Eso es incoherente. Por eso “Luz Ámbar” propone que las penas sean de 30 días a 5 años de pena privativa de la libertad. Yo sé que es duro lo que decimos, pero no hay otra si queremos resolver este problema”, dice Quispe Candia.
“Nosotros tomamos el ejemplo de Brasil. Allá están en 0.0 gramos de alcohol en la sangre. Hasta hace poco en ese país, había 35 mil muertes por accidentes de tránsito al año y el 40% eran por conductores ebrios. Para enfrentar este problema, ellos elevaron las penas a 12 años de pena privativa de la libertad a quienes causaban lesiones graves y 16 años para lesiones mayores, además de la cancelación de la licencia de conducir”, cuenta el especialista.
Actualmente en el Perú, la tercera causa de accidentes de tránsito es la ingesta de licor. El 7% de las muertes en accidentes de tránsito son motivadas por conductores en estado etílico. “Y esa es una alta tasa. Conducir en estado de ebriedad es un acto criminal. Nadie tiene derecho a atentar contra la vida de los demás”, sostiene Quispe Candia.
Sin bien endurecer las penas es una manera de persuadir a los malos conductores, no olvidemos que las cárceles están copadas y que no sería justo mezclar a los conductores ebrios con los violadores y altos delincuentes. 
El director de esta ONG es consciente de esta realidad, por eso dice que se debe abrir espacios para estas personas o construir otras zonas como centros de rehabilitación. 
El cuerpo no es el mismo
Hace poco en Colombia se realizó un estudio sobre la concentración de alcohol en la sangre. Un equipo de investigación tomó muestras en la que participaron 5 personas de Estados Unidos, 7 de Sudamérica, 109 de Europa, 2 de África, 2 de Asia y 1 de Australia.  El estudio arrojó que a partir de 0.1 gramos de alcohol en la sangre el organismo ya no es el mismo y cada vez el peligro es mayor, por lo que se va ampliando el riesgo de muerte. 
“Plantear 0.0 gramos de alcohol en la sangre es educar a la población para que no tomen cuando manejen. Nadie tiene derecho a violar los derechos de las personas y mucho menos, jugar con sus vidas”, afirma el director de la ONG “Luz Ámbar”, quien se mostró efusivamente a favor de la tan mentada norma.    

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