miércoles, 21 de noviembre de 2012

¿Qué tan liberal se está volviendo Uruguay?


En este pequeño país sudamericano viene sucediendo algo extraño. Hace algunas semanas su Parlamento aprobó el aborto y ahora estudia la posibilidad de legalizar la marihuana.

Ambas iniciativas han colocado en el radar de noticias internacionales a este país de apenas 3,3 millones de habitantes, que suele llamar más la atención por su fútbol y carnes que por su agenda de cambios sociales.
La ley de aborto fue aprobada en el Senado uruguayo, por 17 votos de 31, lo que convierte al país en el segundo de América Latina después de Cuba, en permitir este procedimiento casi sin restricciones.
Con la nueva norma, el procedimiento permitirá a la mujer interrumpir el embarazo durante las 12 primeras semanas de gestación.
En el caso de la marihuana, si se aprueba el proyecto del gobierno que recien comenzó a analizar el parlamento, Uruguay pasaría a ser el primer país del mundo con un monopolio estatal de esa droga.
Para muchos esto confirmaría el resurgimiento de una tradición liberal que el país cultivó a comienzos del siglo XX, con un Estado laico desde 1917 y pionero regional en admitir el divorcio por sola voluntad de la mujer (1913) o en practicar el voto femenino, (en un plebiscito local de 1927), y que se interrumpió con el gobierno militar que experimentó el país entre 1973 y 1985.
Un modelo
La ley sobre el aborto despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo en sus primeras 12 semanas, pero requiere que la mujer hable antes con profesionales sobre riesgos, opciones y programas de apoyo a la maternidad.
Votada a fin de septiembre en Diputados, la iniciativa fue aprobada hace algunos días en el Senado por los miembros de la coalicion gobernante de izquierda Frente Amplio y un miembro del opositor Partido Nacional.
El movimiento a favor fue tal que el presidente uruguayo, José Mujica, había adelantado a un medio internacional que estaba dispuesto a promulgar la ley, porque a su juicio permitiría “salvar más vidas” que dejando este fenómeno en la clandestinidad.
Mujica, un exguerrillero tupamaro que ganó las elecciones en 2009, fue también el impulsor del proyecto para crear en Uruguay un monopolio estatal de producción y venta de marihuana.
Su idea es que eso permitirá a los consumidores de cannabis evitar tratar con vendedores ilegales que les ofrecen drogas más pesadas, y al país reducir el riesgo de violencia y criminalidad experimentado otras naciones.
Sin embargo, todavía hay varias dudas sobre estos temas. En Uruguay hay grupos antiabortos que ya piensan en organizar un referéndum contra la ley, que a la vez es considerada muy tibia por los defensores a ultranza del derecho a la mujer a interrumpir su embarazo.
Ignacio Zuasnabar, director de la encuestadora local Equipos, explicó que las encuestas muestran que hay un grupo mayoritario de uruguayos a favor de la despenalización del aborto, pero su tamaño varía según las circunstancias en que ese acto debería ocurrir.
Asimismo dijo que los sondeos muestran que más de la mitad de los uruguayos son contrarios en principio al proyecto sobre la marihuana, probablemente porque se asocia “consumo de droga con delincuencia”.
Despenalización del aborto y legalización de la marihuana son dos temas que darán mucho que hablar en el continente, sobre todo porque otros países pueden seguir el mismo camino que Uruguay. 

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