miércoles, 21 de noviembre de 2012

Un cambio rotundo


A pesar de haber sido siempre un hombre emprendedor, el señor Francisco Xiloj estaba envuelto en el vicio del alcohol y esto lo desestabilizaba provocando así el fracaso en todo lo que realizaba. “No conseguía tener el éxito económico, todo mi dinero lo gastaba tomando. Por más que me esforzaba en dejar ese vicio no podía. Aunque trabajaba arduamente, los resultados eran inexistentes”, sostuvo.
Además de esta situación, Francisco vivía muy triste. “Siempre me encontraba desanimado, ya que no veía la salida para obtener el cambio que tanto quería en mi vida”, dijo.
En medio de esta situación Francisco recibió una invitación para asistir a las reuniones del Cenáculo del Espíritu Santo. “Me hablaron de un Dios vivo, que podría ayudarme y sacarme de la situación en la que me hallaba, me dijeron que Él era el único que podía darme la solución concreta a todos mis problemas”, recordó.
Francisco empezó a participar y a perseverar en las reuniones. “Aprendí a usar mi fe, a desenvolver mi fuerza espiritual y a caminar con Dios, que se convirtió en el centro de mi vida”, mencionó.
Fue entonces que escuchó hablar de la Hoguera Santa de Israel. “Decidí participar por un cambio total en mi vida económica, realicé mi sacrificio y me quedé en la total dependencia de Dios, confiando en que el iría a realizar un milagro en mi vida”, habló.
A través de su fe puesta en acción, Francisco ha logrado alcanzar sus sueños. “Hoy Dios me ha bendecido mucho, soy dueño de dos salones de belleza, tengo dos casas propias y un carro del año. Ahora puedo disfrutar de la paz y la felicidad que antes desconocía. Todo lo que tengo es obra de Dios. La Hoguera Santa de Israel es la oportunidad que Dios nos da para obtener el cambio de vida deseado”, concluyó.

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