jueves, 16 de junio de 2011

Cuando nuestros ojos sufren


La radiación ultravioleta y la contaminación ambiental son algunas de las causas de la llamada carnosidad que muchos peruanos sufren, principalmente los que viven en la costa


Una de las afecciones de salud más comunes que padecen los peruanos, es la llamada carnosidad en los ojos que muchos confunden como catarata.

El origen de la carnosidad no está completamente claro y los doctores siguen investigando las causas exactas del mal. Estudios demuestran que exponerse a los rayos ultravioleta y condiciones secas aumentan la probabilidad del crecimiento.

Algunos oftalmólogos creen que la exposición al polen, polvo, arena, viento, humo, y otros estímulos del ambiente pueden añadir riesgo a la formación de carnosidad. No usar lentes oscuros en climas de sol, o tener ojos claros y piel clara también pueden tener un alto riesgo.

Según el doctor Jorge Velazco, director del Instituto Nacional de Oftalmología, la lesión comienza en la conjuntiva y desde allí puede extenderse hacia la córnea por ser estas las áreas más expuestas a la radiación ultravioleta (UV).

La conjuntiva es una delgada membrana transparente que cubre la porción blanca del ojo y, por efecto de los rayos solares, puede presentar alteraciones benignas.

Los síntomas

A menudo los que padecen esta afección tienen los ojos enrojecidos y visión borrosa. La mayoría de pacientes se quejan de comezón y ardor. La carnosidad crece lentamente, y puede no afectar la visión al menos que crezca directamente arriba de la córnea.

La carnosidad puede tener variaciones en el patrón de crecimiento, pueden dejar de crecer o experimentar una reactivación repentina de crecimiento. Usualmente crece lentamente.

Esta afección puede tener una fase inmóvil (inactiva) y una fase de crecimiento rápido. Exámenes clínicos pueden decir si su carnosidad está activa. Una línea de acumulación muy fina que representa deposición de hierro en la córnea y en frente del borde principal de la carnosidad es una señal que está en su fase sedentaria.

En una carnosidad activa, el cuerpo de esta tiene vasos en contraste a la de apariencia blanca del sedentario. Micro-ulceraciones del epitelio que se manchan con un líquido fluorescente pueden ser vistos durante el examen. La carnosidad puede ponerse roja o irritada, en ese caso su doctor le recetará gotas y pomadas para aliviar la inflamación e irritación. No todas las carnosidades requieren cirugía.

Tratamiento

Cuando la carnosidad no está avanzada, la persona que lo padece puede tratarse comiendo alimentos que contengan vitamina “A”, presente en los vegetales de hoja verde oscura y los vegetales amarillos y anaranjados. Por ejemplo la espinaca, lechuga, col, tomates, zanahorias, camote, hojas de betabel, germinados, apio, calabaza amarilla, huevo, plátano, melón, cereza, papaya, aguacate, mango, ciruela y piña.

La doctora Verónica Vargas de Oftalmoláser, recomienda aplicarse gotas de marigod o caléndula dos veces al día para refrescar los ojos y detener el avance de la carnosidad.

Sin embargo cuando la carnosidad está avanzada no queda más que la operación. Aunque algunos especialistas consideran que no necesario al menos como afirma la doctora Vargas la carnosidad esté irritando el ojo a pesar del uso de gotas, causando astigmatismo, pérdida de la visión o está acercándose al centro de la visión.

Riesgos y complicaciones

Debe saber que la carnosidad puede crecer de regreso después de la cirugía rápidamente y a veces violentamente. Los pacientes también experimentan resequedad, irritación después de removerla, pero la lubricación en la superficie y otras medicinas pueden servir como tratamiento y ayudar a prevenir la reaparición.

Toda cirugía tiene sus riesgos, pero la cirugía de la carnosidad es usualmente bien tolerada y tiene una tasa muy baja de complicaciones.

Cabe señalar que últimamente se ha descubierto un pegamento biológico que hace posible operar la carnosidad de los ojos sin necesidad de aplicar puntos. La moderna técnica permite a los pacientes volver casi de inmediato a sus actividades diarias.

“Esta alternativa es ideal especialmente para quienes viven en la costa, donde el 40% de la población sufre de pterigion (carnosidad en el ojo), debido a la cercanía de la radiación solar”, refiere el doctor Carlos Fernández, de la Clínica Ojos Opeluce.

Explica que en Lima ya se aplica esta nueva cirugía de pterigion -más conocida como cirugía de carnosidad- sin puntos, que además de disminuir los síntomas post operatorios, el paciente logra una rehabilitación rápida y efectiva que le permite volver casi de inmediato a sus actividades diarias.

“Se trata de una cirugía más rápida que en vez de utilizar los tradicionales y molestosos puntos, utiliza un pegamento natural sintético, también conocido como pegamento biológico, que no causa malestar en el paciente y que está compuesto por trombina, una sustancia que permite que actúe como una goma”.

Esta moderna cirugía es ambulatoria, la anestesia es local, tiene una duración no mayor a 40 minutos y el paciente sale caminando, refiere el especialista.


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