jueves, 24 de mayo de 2012

Alimentos y envases a los que solo les falta hablar


Cajas que cambian de color cuando el pescado del supermercado se estropea. Envases que reducen el colesterol de la leche. Empaques que se desinfectan solos. La tecnología no solo avanza en el terreno espacial o en internet sino también en la alimentación.

Con más de 1,400 compañías de todo el mundo, la feria BTA (Barcelona Tecnología de la Alimentación) que acaba de cerrar sus puertas en la ciudad Catalán dio a conocer varias tendencias de la alta tecnología gastronómica: los alimentos con mensajes (mayor cantidad de información en el etiquetado y en plataformas digitales), la comida multisensorial y saludable y la conservación y desinfección de los productos desde los propios envases, entre otros temas.
Empaques inteligentes
En Japón los empaques de los mariscos ya advierten a los consumidores si el alimento está fresco o descompuesto.
Los envases utilizan elementos como cloruro de cobalto o de cobre que pasan del color azul y amarillo a rosa y verde cuando aumenta la humedad, así como tintas termocrómicas sensibles al calor. También pueden detectar la entrada de oxígeno al envase a través de materiales hipersensibles.
En la feria también se presentaron envases que neutralizan los hongos en frutas y que liberan partículas para mantener frescas las verduras.
El Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, por su parte, ha desarrollado un envase inteligente que puede reducir el colesterol de la leche.
José María Lagarón, investigador del CSIC, explicó que “uno de los principales avances es el uso de nanopartículas en los envases para impermeabilizar más el material. Así se logra alargar la vida útil de los productos”.
Lagarón durante la feria también presentó otras novedades el manorecubrimientos, que son capas invisibles que se usan sobre el envase o sobre los alimentos y que son comestibles. En el caso de algunas frutas, esa capa permite añadir componentes como calcio o antioxidantes.
La mayoría de los productos incorporan la tecnología RDFI (Identificación por Radio Frecuencia) que, a través de un microchip de silicio, permite tener una información detallada del producto y su trazabilidad.
Los pequeños detectores pueden estar en una caja o incrustados dentro del corcho de una botella de vino.
Alimentos multisensoriales
La tecnología alimentaria no solo apunta a mejorar los procesos y a garantizar la asepsia de los productos, sino a su espectacularidad.
El cocinero Andoni Aduriz, chef del restaurante Mugaritz -recientemente votado como el tercero mejor del mundo por la revista Restaurant- y el centro tecnológico AZTI-Tecnalia están desarrollando envases de aerosol que contienen todo tipo de platos como sopas o helados. 
De esta manera, señalan, también se consigue una mejor conservación de los productos.
Perfumes para alimentos
El perfumista francés Jean Daniel cree que la comida no sólo entra por los ojos sino también por la nariz.
En Barcelona se presentó una línea de perfumes diseñados para alimentos insípidos o que requieren realzar sus propiedades. Los perfumes, cargados de especias, tienen nombres de ciudades: México, Tokio, Nueva York, Nueva Delhi, Moscú, entre otros.

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