jueves, 17 de mayo de 2012

“Nunca los dejamos de lado”


La Dra. Carmen Aranda, especialista del Centro Ann Sullivan del Perú, aportó sus conocimientos y nos ayudó a entender de manera más amplia y eficaz en qué consiste el autismo y cómo ayuda su institución a las personas que padecen dicha enfermedad.

- ¿Qué es el autismo?
- El autismo es una alteración que se detecta en las personas que no pueden comunicarse de forma clara en lo relacionado a sus emociones. Se caracteriza básicamente por eso. Cuando, por ejemplo, un niño se queda con la mirada perdida, viendo el vacío, sin reaccionar, puede ser un niño autista. También se presenta en la dificultad que tiene o presenta al comunicarse como lo haría cualquier persona normal. Los autistas prefieren la soledad. 
- ¿Cómo ayuda el Centro Ann Sullivan del Perú a este tipo de personas?
- Lo que hacemos es proporcionarles a ellos toda la ayuda posible en cuanto a poder comunicarse. Nosotros velamos para que todos nuestros alumnos puedan tener una vida normal, desempeñándose en las diferentes áreas como personas que no tienen ninguna discapacidad. Por eso es que tenemos aquí a chicos que trabajan. 
- Sabemos que en el centro hay muchachos que trabajan, ¿cómo influye el centro en las diferentes empresas para que los puedan contratar?
- El centro lo que hace es preparar a los chicos que presentan habilidades mucho más desarrolladas para darles un taller de trabajo. Por ejemplo, en el caso de Juan Carlos Machaca, nosotros vimos que él tenía habilidades más desarrolladas y lo ayudamos bastante en el taller de trabajo en el que él participó. Luego de que pasan ese taller de trabajo, ellos postulan a una empresa como cualquier otro tipo de persona, el centro no influye para nada en la selección de personal de dichas empresas, simplemente mandamos a nuestros alumnos como candidatos y trabajadores potenciales de aquéllos sectores de trabajo. 
- ¿Hasta qué edad pueden estar ellos en el centro?
- Ellos pueden estar desde los cero años, porque tenemos un programa que ayuda a los niños recién nacidos en los que detectan este tipo de enfermedad, hasta la edad que ellos quieran. No hay una edad límite. Nuestros programas consisten, básicamente, en el seguimiento que les hacemos a los que pasan los talleres de trabajo. Cuando ellos ya son mayores, y están trabajando, y se han logrado reinsertar en la sociedad, lo que nosotros hacemos es llamarlos, ver cómo siguen, seguir ayudándolos, nunca los dejamos de lado, aún cuando ya son mayores de edad y pueden valerse por sí mismos. 

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