jueves, 31 de enero de 2013

El ADN como disco duro del futuro


El constante cambio tecnológico ha originado que muchas personas pierdan sus archivos. Sin embargo un equipo científico ha encontrado la solución a este problema: Almacenarlos en moléculas de ADN.

Los investigadores, del Instituto Europeo de Bioinformática (IEB), con sede en Inglaterra, demostraron que es posible guardar textos, imágenes y sonidos en “la molécula de la vida”.
Para probarlo, codificaron un artículo científico, una foto, sonetos de Shakespeare y extractos del discurso de Martin Luther King “Tengo un sueño” al lenguaje ADN.
La información después fue leída con un 100% de precisión.
En una publicación de la revista Nature, los autores del estudio afirmaron que es posible almacenar grandes volúmenes de datos en el ADN por miles y miles de años.
Aunque reconocen que los costos involucrados en la síntesis de la molécula en el laboratorio hacen que este tipo de almacenamiento de información sea “increíblemente caro” por el momento, argumentan que gracias a las nuevas tecnologías pronto será más asequible, e ideal para archivar documentos a largo plazo.
Sin electricidad
“Una de las grandes ventajas de utilizar el ADN para almacenar información, es que no se necesita usar electricidad”, explicó recientemente uno de los miembros del equipo, el doctor Ewan Birney, del Instituto Europeo de Bioinformática (IEB) en Hinxton, cerca de Cambridge.
“Si se mantiene en un sitio fresco, seco y oscuro, el ADN puede conservarse por muchísimo tiempo. Lo sabemos porque almacenamos el ADN de mamuts lanudos en ese tipo de condiciones”, precisó.
El grupo señala que los documentos históricos y oficiales podrían beneficiarse del almacenamiento molecular.
Gran parte de esta información no se consulta diariamente, pero necesita conservarse. Una vez codificada en el ADN, se puede guardar de forma segura en una bóveda hasta que sea necesario.
¿Cómo funciona?
El sistema de almacenamiento del IEB utiliza las mismas cuatro “letras”, pero en un lenguaje completamente distinto al de los seres vivos.
Para copiar un archivo digital - como por ejemplo un documento de texto - los dígitos binarios (ceros y unos) que normalmente representan la información en un disco duro, tienen que ser traducidos al código del equipo. Una máquina de síntesis de ADN estándar produce en serie la secuencia correspondiente.
Pero no es una sola molécula larga. Se trata de múltiples copias de fragmentos superpuestos, y cada fragmento contiene detalles de indexación que identifican en qué lugar se almacena la secuencia.
Esto genera redundancia en el sistema, lo que implica que si algunos fragmentos se dañan, no se perderán los datos.
Posteriormente, el mismo equipo que se utiliza en los laboratorios de biología molecular para leer el ADN de los organismos se emplea para extraer la información, a la que se puede acceder en una pantalla de computadora.

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