viernes, 4 de enero de 2013

Videojuegos: ¿Incentivando la violencia?


Cada vez hay más niños que se entretienen matando latinos, africanos, zombis a través de los videojuego. Lo preocupante de esta práctica es que fomenta la violencia en una sociedad como la nuestra que hasta hace poco vivió la insania del terrorismo.

El 14 de diciembre del 2012 no será una fecha cualquiera para el mundo. Ese día un adolescente de 19 años de nombre Adam Lanza asesinó sin piedad en una escuela de Connecticut, Estados Unidos, a 27 personas, de los cuales 20 eran niños de entre 5 y 7 años de edad.
Según la policía norteamericana, el asesino era un adicto a los videojuegos sobre todo de aquellos con contenido violento como ‘Left4DEad’ y ‘Resistance: Fall of Man’, a través del cual el jugador aniquila zombis y extraterrestres.
Simular enfrentamientos bélicos, ser parte de una carrera de autos, entre otros juegos aparentemente “entretenidos” no son solamente cosas de gringos. En el Perú desde hace un buen tiempo cientos de niños y adolescentes vienen pasando muchas horas frente a la pantalla de un computador o de una consola jugando estos videojuegos que por lo general fueron hechos para las personas mayores de edad.
¿Deberían los padres de familia y autoridades preocuparse por esta situación? Por lo acontecido últimamente en los Estados Unidos, la respuesta sería que sí. ¿Pero qué dicen los entendidos al respecto?
Según el médico psiquiatra Martín Nizama, docente de la UNMSM, los asesinatos en serie- que cada vez son más frecuentes- y que están conmocionando al mundo son solo el resultado de la cultura de violencia que se brinda a los niños. 
De acuerdo con Nizama, la posmodernidad ha creado una sociedad tecnológica, deshumanizada, materialista, anética e insensible, cuyo rasgo esencial es la compulsiva violencia extrema, que se ejerce en las diferentes actividades del quehacer cotidiano. “Violencia extrema que se aprende principalmente en los videojuegos, redes sociales del ciberespacio y en la televisión sangrienta. En suma, la posmodernidad ha comenzado a cosechar lo que siembra cotidianamente: violencia y más violencia”, sostiene el especialista.
Por su parte Manuel Saravia, director del Instituto Guestalt de Lima, señala que el problema no está en los juegos sino en el uso que se les da. “Existe un factor genético que puede originar la ludopatía. Estas personas presentan una personalidad que los predispone a desarrollar cualquier adicción; sin embargo, existen factores que ayudan a identificar esta personalidad para estar prevenidos”, afirma el especialista.
De acuerdo con el psicólogo, existen factores internos y externos que favorecen el desarrollo de una adicción. Entre los internos están la baja tolerancia a la frustración, el actuar impulsivamente y la dependencia emocional; mientras que los externos se caracterizan por el uso inadecuado del tiempo en el juego y la relación distante con parientes o la ausencia de ellos.
Al igual que Saravia, Milton Rojas de Cedro considera que los vídeos juegos no necesariamente inducen a comportamientos violentos ni generan patologías de la salud mental. “Al parecer lo que sí cuenta es la personalidad previa a la iniciación de la conducta de jugar excesivamente sea estos juegos de apuesta, juegos en línea o en red”, refiere el psicólogo.
Mecanismos de protección
La violencia que promueve los videojuegos está preocupando a muchos expertos. A diferencia de la pornografía que hay en el internet y que se puede controlar a través de los filtros, en el casos de los videojuegos su previsión no es tan fácil. Entonces, ¿Cómo enfrentrar este problema?
Así como se ha hecho en la televisión Según el doctor John  Sánchez Chirinos, especialista y catedrático universitario en derecho informático, se tiene que colocar software,  firewalls que filtren websites de juegos online o los servidores de juegos. 
Si bien la instalación de estos mecanismos ayuda, estas no van a funcionar si las autoridades no ponen de la suya. De ahí, como dice el psicólogo Federico Tong que sea necesario una ley que obligue a los alcaldes a tener una ordenanza que prohíba a los menores a tener acceso a los videojuegos violentos. 
Actualmente en Lima solo cinco municipalidades cuentan con una ordenanza de esta naturaleza. Estos son: Pueblo Libre, Miraflores, Surco, Villa Salvador y Ventanilla.
Si bien una ley puede unificar todas las ordenanzas que se han dado al respecto, el doctor Sánchez considera que esta también debe integrar las normas de contenido penal para quienes infrinjan estas disposiciones, así como sanciones administrativas que pueden llevar al embargo de bienes y la clausura total del establecimiento en caso de que se determine el incumplimiento de las disposiciones  o en casos en que dicho incumplimiento haya generado algún daño a menores de edad. 
Aparte de una ley, el letrado sostiene que debe fomentarse la creación de gremios de cabineros, que puedan con un trabajo uniforme participar en las actividades de capacitación que organicen los gobiernos locales, dentro de ellas la concientización en la protección al menor y el uso de herramientas informáticas de seguridad, o la creación de software especializado de acceso gratuito.
Ya sea cual fuese las medidas que se tomen para impedir el acceso de los menores a los programas violentos y pornográficos, lo cierto, como bien dice el doctor Martín Nizama, es que la salud mental y espiritual de la sociedad está muy deteriorada. Por eso señala que es necesario priorizar su atención, comenzando por la recuperación de la vida familiar natural, la espiritualidad y la paz, con el propósito de rehumanizar a la sociedad posmoderna. 
Por su lado, la familia debe aprender a protegerse de los efectos nocivos de la tecnología de la conectividad, estableciendo con carácter imperativo el tiempo familiar cotidiano, apagando todos los equipos electrónicos y la Internet, para que la familia reunida pueda disfrutar la presencia, las vivencias y la espiritualidad grupal. 

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